Casi a diario nos encontramos leyendo algún escrito de forma silenciosa, por ejemplo, mientras que leemos estas líneas nuestro cuerpo realiza una gran cantidad de actividad sin que lo notemos, cada vez que leemos de forma silenciosa, escuchamos las palabras en nuestra cabeza, como si habláramos con nosotros mismos.
Cuando realizamos estas verbalizaciones internas, los músculos del rostro, la laringe, y la mandíbula realizan movimientos rápidos e imperceptibles que se traducen a una "subvocalización" para que el cerebro pueda escuchar estas palabras, incluso si solo las imaginamos.
Ahora bien, los científicos del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts) han creado un dispositivo capaz de decodificar estas señales neuromusculares para convertirlos en comandos digitales que puedan ser interpretados por un sistema informático asociado.
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El dispositivo está compuesto por unos audífonos portátiles equipados con Inteligencia aumentada, estos auriculares de conducción ósea, permite transmitir las vibraciones y señales neuromusculares hacia el oído interno, esto no obstruye el canal auditivo del usuario, por lo que la información es transmitida sin interrumpir la conversación ni interferir con la experiencia auditiva del usuario.
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Cuando las señales son transmitidas al aparato, y una red neuronal interpreta estas señales, convirtiéndolas en comandos que ejecutan las órdenes del usuario sin necesidad de usar las manos ni la voz.
"Nuestra idea era: ¿Podríamos tener una plataforma informática que sea más interna, que fusione humanos y máquinas de alguna manera y que se sienta como una extensión interna de nuestra propia cognición?" Arnav Kapur, estudiante de la MIT y autor del informe.
La forma como funciona este dispositivo es muy interesante, cuando el usuario piensa en una palabra, los músculos de la cara y la mandíbula realizan pequeños movimientos para pronunciarla en nuestra cabeza, en ese momento entran en acción los electrodos dispuestos en la parte inferior de los AlterEgo, que registran estos movimientos sutiles para luego transmitirlos a una computadora externa mediante Bluetooth. Un sistema de inteligencia artificial procesa estas señales para generar un comando que genera una respuesta que puede ser escuchada por el usuario.
En las pruebas preliminares, los científicos han obtenido resultados muy prometedores. Comenzaron con un estudio que involucra a 10 participantes que mientras usaban el dispositivo leyeron una lista de 750 dígitos numéricos por 15 minutos, luego, ejecutaron cálculos aritméticos por 90 minutos, obteniendo una precisión de transcripción promedio de aproximadamente el 92 por ciento.
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Los responsables del proyecto, afirman que es necesario realizar más pruebas para aumentar el rendimiento del equipo, elevando la cantidad y complejidad de los datos analizados, así como la rapidez de respuesta.
"Estamos en el medio de recopilar datos, y los resultados se ven bien", dice Kapur. "Creo que lograremos una conversación completa algún día".
Algunos expertos ven en este dispositivo una solución efectiva a situaciones comunes en el trabajo, hogar y la vida diaria. Thad Starner, profesor de la Facultad de informática de Georgia Tech. Expresa que los auriculares podrían beneficiar la comunicación en entornos de mucho ruido, como plantas industriales con mucha maquinaria, operarios de trenes, y portaaviones, por colocar algunos ejemplos.
Estas personas ya cuentan con protección auditiva para realizar sus tareas, lo que impide una comunicación efectiva con las personas que los rodean, generado situaciones inseguras y de alto riesgo.
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Igualmente, esta tecnología podría ser muy útil para los soldados de operaciones especiales, que a diferencia de los ejemplos anteriores, necesitan de un entorno silencioso, utilizando gestos que muchas veces no se pueden ver, o se interpretan de forma errónea, este dispositivo puede proporcionar una conversación silenciosa de forma efectiva.
Y uno de los ejemplos más emocionantes, es el beneficio para personas discapacitadas que por alguna razón no pueden comunicarse verbalmente, pero tiene la habilidad de “pensar” lo que quieren expresar, y este dispositivo podría convertirse en su contacto con el mundo.
Fuentes: 1 - 2
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