Nubes en la despedida
Nubes en la despedida
Nubes en la despedida
Para despedirte
precisé un banco de nubes que amortiguara mi caída.
Necesité vetas rosas, naranjas y , en especial, azules para vendar una fractura y preparar el futuro.
Fue merced que viniera la lluvia para mostrarte un rostro mejor y un cordón hecho de neblina para humedecer mi sonrisa y que representara fuerza para ti, la que me pedías.
Vinieron también
las ramas de los pinos para hacer de pañuelos en el adiós.
Hubo muchas risas en nuestra delicada cita, frágil a cualquier tentativa de pensar en un lejano volver.
Precisé de todos los años y paciencia mutua para poder despedirte, llegar a casa y llorarte después, para lanzarte mis bendiciones y sentirme orgulloso por ti.
Ahora, continúa tú. Pon tus nuevos sueños en la diana y fléchalos.
Yo intentaré reponer las saetas tan pronto sea posible.
Fuente de imagen:
Vista desde el cerro El Ávila (Waraira repano). Fotografía de mi autoría
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