Mi madre, mi vida
Mueren los sueños al despedirse de la vida; Dios te ha quitado tu vieja ropa y ahora te viste de alegría, te cosió alas plateadas y te liberó permitiéndote reencontrarte con tu amor, en la última página de ese libro que mi padre al marcharse, dejó sin culminar, pero que Dios con su infinita bondad, te permitió terminar.
Es por ello que en este día, quiero rendirte un homenaje para agradecerte tanto amor, tantos cuidados y tanta entrega. Desde donde estás, sé que sigues llenándonos de bendiciones en cada paso que damos.
Nuestro hogar guarda tantos secretos;
guarda infinidad de aventuras,
infinidad de amor, infinidad de risas,
infinidad de cuentos.
Guarda cada suspiro de mis padres,
en cada ladrillo colocado,
habla de un sacrificio
por cada centavo pagado.
Guarda cada recuerdo, cada historia,
él es un testigo mudo de esa olvidada memoria.
Llegaron mis viejos cuando yo aún no nacía
llenándolo con calor, cariño y alegría.
Esta casa representa para mí,
un fiel refugio, un abrazo silencioso.
y de que a pesar de que ya no estén
es un amor que nunca dejará de ser.
Si este hogar hablara, contaría de amor,
de entrega, de unión;
de esa madre dulce, cariñosa,
que te esperaba al final del día,
con sus arepitas en el fogón.
Cuando llegaba cansada del trabajo,
ella estaba para mi con su sonrisa radiante,
con su amor infinito y su paciencia palpable.
Y de ese padre especial y hermoso
que me tomaba con sus fuertes brazos,
me levantaba y me hacía girar
dándome vueltas en el aire.
Hoy todos se han ido en busca de sus sueños;
yo también me fui, pero aquí estoy de nuevo,
añorando cada día de mi infancia
y agradeciendo a Dios por cada minuto vivido.
Hoy todo pertenece al recuerdo,
a ese recuerdo dulce y a la vez desgarrador,
porque esos seres bellos, llenos de amor
ya no están a nuestro alrededor.
Fuentes:
Your opinion is celebrated and welcomed, not banned or censored!