Recordar es Vivir "Legislación Agrícola Nacional" Turpial Ave Nacional

RESOLUCIÓN por la cual se declara "EL TURPIAL", como ave nacional de Venezuela
República de Venezuela Ministerios de Educación y de Agricultura y Cría Dirección de Recursos Naturales Renovables Numero RNR-123 Caracas, 23 de Mayo de 1958 149° y 100°

Resuelto:

Por cuanto es costumbre en los países que demuestran evidente preocupación por el desenvolvimiento de las ciencias naturales hacer representar su Flora y su Fauna autóctonas por medio de las especies características de uno y otro reino,a las cuales se les confiere oficialmente la categoría de emblema nacional, como un símbolo de elevado significación cultural; por cuanto ya han sido declarados oficialmente el Araguaney (Tabebuia chrysantha) como Árbol Nacional, y la Flor de Mayo (Cattleya mossiae) como Flor Nacional; en atención a que la Sociedad Venezolana de Ciencias Naturales, después de efectuar un dilatado y reñido certamen entre naturistas y ornitologos con el fin de escoger la especie de nuestra avifauna que resultase mas apropiada para ser elegida "Ave Nacional de Venezuela" , ha postulado ante estos Despachos al Turpial (Icterus icterus), en razon de ser esta el ave venezolana que reúne el mayor numero de condiciones aplicables al propósito perseguido, siendo al propio tiempo la especie que esta mayormente vinculada al espíritu popular del país por las frecuentes aluciones que de ella se hacen en la literatura y la música nativistas; y por cuando la Junta de Gobierno ha tenido a bien acoger la postulacion hecha por la referida Sociedad, se declara oficialmente al Turpial ( Icterus icterus) "Ave Nacional de Venezuela", y con tal carácter deberá ser considerado en los textos de estudio y enseñanza que versen sobre la fauna venezolana.

Comuníquese y publiquese. Por la Junta de Gobierno: Julio de Armas, Ministro de Educación, y Carlos E. Galavis, Ministro de Agricultura y Cría

Cuando niño tuve un Turpial que domesticado se desplazaba libremente por toda la casa, teníamos un reloj de pared, de esos que asoma un pajarito cuando indica la hora, y Cutiro así se llamaba, se montaba en el reloj para tratar de picotear al pajarito. Un día después de bañarse en su poncherita, se cayo del pretil de la ventana y cuando baje a buscarlo ya me lo habían agarrado y robado.