¿Qué te tiene atado?
¿Qué te tiene atado?
“entonces vinieron a él unos trayendo un paralítico”
(Marcos 2:3)
En una parálisis de este tipo, los músculos, tejidos, vasos sanguíneos, hueso, nervios, y cualquier otro atributo físico necesario para el movimiento están presentes. Pero por alguna razón, se rebelan contra a orden del cerebro.
Debiera ser capaz de moverme de donde estoy, pero no puedo. Estoy inmóvil.
Quisiera moverme, pero no puedo. Estoy pegado a este lugar.
No quisiera vivir como estoy viviendo, pero no me parece que pueda cambiar. Estoy arraigado en esta condición.
Quisiera una mejor vida para mi familia, pero no puedo lograr que suceda. No puedo dejar de ser quien soy.
Los hombres iracundos cuando se sienten “atados”. Sienten como si todos los demás se mueven libremente. Tienen todos los atributos necesarios, físicos, mentales, y emocionales necesarios para lograr el cambio y el crecimiento, todavía pueden pensar en sentir. Ellos conservan los talentos y habilidades y oportunidades. Pero su ser interior no responde a las órdenes. Ellos están en una condición de rebelión interior.
La tensión se convierte en presión, y la presión en rabia, y la rabia continua crea una fatiga. El diccionario define la fatiga en parte, como “tener el sentido del placer exhausto”. Cuando estás fatigado, nada te emociona. Todo parece monótono y sin sabor. Te entumeces, eres incapaz de actuar o aun de creer que las cosas pueden cambiar. Cada día es igual que el anterior.
No es asunto de si vives en una residencia o en un arrabal. Si no hay libertad en tu mente y valentía en tu espíritu, te sentirás como si estuvieras en la celda de una prisión. Te sentirás agobiado.
El agobio, la ira, y el prejuicio no están ligados a una raza o nivel de ingresos. Ellos infectan a cualquier persona. Y si su presencia llega a ser suficientemente severa, llevarán a la persona a un estado de invalidez, de parálisis, y de inmovilidad.
Tal persona está enferma de parálisis interna
Un hombre puede permanecer inmóvil en los recuerdos de la infancia.
Un hombre puede permanecer inmóvil en los recuerdos y asuntos de su adolescencia
Un hombre puede permanecer inmóvil por causa de algún problema como adulto.
Mientras un tipo de parálisis deja a una persona “congelada”, incapaz de moverse, otro tipo de parálisis deja a una persona con movimientos espasmódicos, la persona no puede coordinar sus movimientos, o sostener los objetos que desea sujetar.
Algunos hombres no pueden mantener un trabajo.
No pueden mantener con vida una relación.
No pueden tomar completo control de sus finanzas o ahorra dinero.
No pueden cumplir con lo que han prometido. Su palabra tiene muy poco valor.
Alguna parte de su vida está fuera de control.
- La lujuria fuera de control…
- La ira fuera de control…
- La amargura fuera de control. El hombre con este tipo de parálisis sabe que algo está equivocado en él, pero no puede hacer nada al respecto.
Un tercer tipo de parálisis ocurre por el agotamiento muscular. Los músculos del hombre llegan a estar tan gastados que no pueden moverse. La mente, as emociones, y el espíritu también pueden llegar a quedar exhaustos.
Si todos los que te rodean substraen todo lo que tienes, quedaras vacío a menos que tengas otro medio de llenar tu vida. Eso aplica en tus finanzas, tus emociones, tu ministerio, tu salud. Si no haces algo por reintegrar lo que has sacado, muy pronto no tendrás nada que dar. Simplemente, no es posible animar a otros indefinidamente sin que llegue el momento que te desanimes, te drenes o te quedes vacío en el proceso. Debes utilizar para tu provecho, la participación en conferencias, reuniones, seminarios, y retiros que contribuyan a tu crecimiento y nutran tu espíritu.
Cualquiera fuera la causa de la parálisis de este hombre, músculos rígidos, músculos atrofiados, o músculos exhaustos… ¡Jesús fue un gran medico! Cualquiera que sea el estado de tu parálisis ahora, Jesús tiene la llave para que tengas una vida vibrante, libre, sana y abundante.
La biblia nos narra, que cuando la familia de David fue tomada cautiva en Sclag, David se “angustio mucho”… “más David se fortaleció en Jehová su dios” (1 Samuel 30:6).
La epístola de Judas habla de “edificarnos” sobre vuestra santísima fe. ¿Cómo? Orando en el Espíritu Santo, y permaneciendo en el amor de Dios, descansando en la misericordia de nuestro Señor Jesucristo para vida eterna (Judas 20:21). ¡Edifícate en Jesús!
Rehúsa vivir en un estado de rigidez, fuera de control,
o exhausto. Pídele al Señor Jesús que te imparta Su vida.
o exhausto. Pídele al Señor Jesús que te imparta Su vida.
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