Guarda tu vida
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón porque de él mana la vida” ₁
Saludos amigos y amigas de historias y caminos;
Las líneas que siguen fueron encontradas en un gran barco de carga que encalló cerca de una isla caribeña. Un diario reposaba en un cofre de madera; una biblia guardaba este y otros relatos…
“Observé la instrucción, analicé mi realidad con mis opciones y mi equipo; partí a cumplir la misión”
Cuatro días tardé en cumplir la misión, y en sólo dos regresé al campamento. Te explicaré querido diario la diferencia de los días entre el ir y el regreso querido diario.


-Gracias por atender a mi llamado y esperar buen hombre-
-Dijo una encantadora dama de más de 35 años abordo de una pequeña embarcación cargada de canastos con víveres-
Si es posible, ayudarme a atracar en la orilla y luego llevar estos canastos a mi cabaña, le recompensaré con una comida caliente y una taza de tea.
Observé como era mi costumbre, pensé y pedí la -Guía Divina- ₂; pero, el encanto y la seducción de aquel personaje, hipnotizaron el discernimiento del mensajero; me anclé, me justifiqué en un acto de bondad y consideración. ₃
¿Te inspiro miedo soldado?
-preguntó en dos ocasiones-
No, -contesté- pero debo marchar, volver al camino es mi responsabilidad.
¿Qué te trae por estos rumbos soldado?
Debo alcanzar a la tropa, me desvié a llevar a un compañero herido a la carpa del batallón.
-Mentí-
En ese momento sentí unas ganas eternas de recostarme y cerrar mis ojos.
¡Ven cariño, -dijo la suave dama- descansa brevemente en mi regazo! ₄
En ese instante de paz y de locura, escuché una voz interna que dijo:
¡huye, guarda tu vida! -era la última palabra de mi teniente-
Entonces di un saltó violento, tome mi casco y mi mochila de campaña y brinque, rompiendo una frágil ventana.
-No huyas de casa soldado cobarde, gritó la mujer-

La bestia me acorraló, sólo tenía una escapada, -tirarme al agua- pero mojaba el sobre.
Voltee a mirar, gire mi cuerpo; el gran felino paró, me miraba fijamente.
Qué quieres de mí, -pregunté-
Tú vida, tú alma, -contestó-
Sentí serenidad; Soy de la luz, no quiero tener parte con las sombras -contesté-
-Entonces veté, no veo miedo en tus ojos; cumple tu misión-
¿Quién eres? -pregunté-
Tú adversario -contestó-
Me dio la espalda, salto, desapareció…

Cuando logré recobrar la cordura, salir del éxtasis, miré el reloj, desde que escuché el silbido de aquella hermosa mujer, habían pasado 22 horas.
Me arrodillé en un oasis de la cascada, llene mi cantimplora de agua fresca, bañe mi sudor y mis barrosas manos de tanto arañar la tierra cuando tenía que subir por montes.
¡Alcé mis ojos a los cielos, quedé en silencio, agradecí con todo mi Ser por ayudarme con su Energía Divina para guardar mi alma!
Localicé la brújula, el sobre para el sargento Otto y el mapa que tracé para llegar a donde estaba prisionero. Me esperaban más de dos días de camino, me había desviado.
Llegué a tiempo, entré al campamento enemigo, cumplí la misión; solté las manos del sargento, entregué el sobre con una pequeña daga, para que soltará en los silencios de la noche a sus soldados.
…Tres lunas después, los compañeros estaban liberados…
Luego de presentarme a mi teniente, escribí en mi diario:
Pude vivir sin el cariño de una mujer, sin agua lo logré por más de 20 horas; pero en esta travesía fue la energía vital la que me mantuvo vivo; entonces comprendí que la existencia no se vive por las veces que respiro, si no por aquellos momentos que recibí hálito de vida.
¡Gracias a los Cielos y, a sus enviados de luz que me auxiliaron, me acompañaron!

*Notas:
-1- Proverbios 4:23; dicen los místicos de la sabiduría hebrea, que el corazón no siente, sino que piensa y discierne cuando está alineado con principios de luz.
-2- “Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3)
-3-En los cielos se observa la intención para determinar qué tipo de ayuda va a entregar ese Ser. Algunos místicos dicen que la ayuda siempre llegará, sea de un guardián de la luz, o un enviado de las sombras; de ahí la sentencia de cuidar lo que pensamos o anhelamos, porque se nos puede conceder.
-4-En distintos lugares, se han tejido leyendas de mujeres que enloquecen a los hombres débiles con sus encantos y con su sexo; las mitologías dicen que esos hombres desaparecen, luego de encontrarse con la mujer. Algunos místicos observadores dicen que el adversario utiliza diferentes estrategias para poner a prueba al Ser humano.
** Las presentes líneas son autoría y responsabilidad de Fernando Tellez, bienvenido algún comentario.
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