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Acciones

caminantePosted for Everyone to comment on, last year6 min read

¿Cómo se le tiene que hablar a usted para que entre en acción?

Ben, un desesperado hombre un tanto melancólico por no tener para ofrecer el sustento en su hogar, en un mar de lágrimas dice a su mujer:
¿Cómo le hago para ganar unos pesos?
Cariño -dice la mujer- aguantando al máximo para no gritarlo debido al malestar que ya está ocasionando la escasez; mira tiernamente a su esposo y dice: recuerda lo que dice Sófocles, el poeta trágico de Atenas:
“Los cielos nunca van a ayudar al hombre que no quiere actuar”, lo deja sólo y se retira.

Resulta que Ben, nuestro invitado a estas líneas hubo estudiado en el campo de los negocios, con buenos promedios académicos. En los últimos años hizo pequeñas inversiones e incursiono en sistemas de nueva economía, pero sin resultados inmediatos y menos de mediano plazo, como necesitaba la economía familiar. Se pensó en un empleo, pero estaba en un ambiente muy competido por personas más jóvenes que él. Una mañana salió a caminar y se dirigió hacia la biblioteca pública de la comunidad, tomó una revista de emprendimiento y lo cautivo una interesante frase del estadista oriental Mao Tse Tung:
“La acción no debe ser una reacción, sino una creación”
-Crear, pensó- apuntó la frase en una servilleta y dio rienda suelta a la imaginación; apuntó en su libreta: -lluvia de acciones- Esa noche logró reposar plácidamente; al amanecer en visiones vio un águila que rápidamente dejaba a sus aguiluchos y volaba al mar a capturar un gran salmón para alimentarlos. ¡Que astucia, destreza y sentido de ubicación mostraba la reina de los cielos! Las garras en sinergia perfecta con la habilidad en un solo intento obtuvieron el propósito. Despertó un tanto agitado; observó sus manos, ¿qué puedo hacer con estas herramientas?
Saldré del nido a cazar para mí y para los míos, -se dijo- anduvo observando tablón de anuncios de posibles ubicaciones de obreros; preguntó, se presentó, apunto números, tomó su línea de celular hizo llamadas dejó mensajes y nada concluyó en tres días. Al cuarto, una llamada entró, ¿sigues buscando trabajo? -dijo una delicada voz, al otro lado-
Sí, -contestó- Entonces apunta está dirección y ve de inmediato…
24 horas más tarde estaba subiendo por la escalera de un gran barco pesquero construido como una planta empacadora de alimentos marinos. Fue admitido con su formación académica y su edad; pues hubo matrimonio perfecto entre la necesidad y el hambre. Los conocimientos de su caminar por la vida le valieron para ganarse una posición en aquella labor. Luego de seis meses, sus agobios económicos quedaron atrás.
Al año siguiente fue ascendido a supervisor, alcanzando ingresos insospechados, que no ganaría con su educación de económicas en trabajos de tierra; entonces recordó a un viejo muy querido, -amigo de infancia- cuando una tarde lo increpó seriamente: ¿Cómo se le tiene que hablar a usted para que entre en acción? Acuérdate de los dichos americanos; uno reza: “La respuesta más rápida es la acción” Aquella reprimenda sucedió porque siendo derrotado emocionalmente, le vino a contar al viejo sobre su gran derrota amorosa juvenil del momento. Aconteció que ella se había comprometido a escondidas con otro joven más astuto y arriesgado. ¿Cómo es eso? -pregunto el anciano-
A lo que el joven comento: el padre de mi amor platónico es diplomático, y cambia frecuentemente de lugar, debido a su labor con el gobierno de su país; Laura tiene poca estabilidad en las escuelas y con los amigos; (en aquellos entonces no existía el internet) -de ahí que el padre no le deja tener romances- Nos conocimos con la joven en el Central Park de New York; quedamos flechados, nos abrazamos casi instantáneamente, y con un nervioso beso, ella en un cartón escribió la calle y el número donde residía con sus padres por pocas semanas; sube y dame tres golpecitos en la ventana con una cinta naranja, si puedo salgo; si no regresa cada día sobre las 7pm. Tengo 15 -20 minutos de libertad, pues papá se ducha a esa hora.
Me imagino que fuiste -repico el anciano- Sí, fui varios días, pero no me atreví a subir por unas escaleras peligrosas; al sexto día ella salió e hizo señas que subiera rápido, pero, -fui incapaz- Pasó otra semana, volví decidido a subir; pero cuál mi sorpresa aquella noche, otro joven conocido de la misma escuela, ya estaba visitándola -el astuto se trepo y, a ella llegó-

Muchacho tonto, dijo el viejo amigo; ¿cómo se le tiene que hablar a usted para que entre de inmediato en acción?
…Pasaron los años y aquel derrotado joven de antaño, un día se encontró a la pareja felizmente casada con dos hermosos hijos.

Desde entonces, cuando tiene que decidir recuerda aquella frase de autor anónimo que dice: “Somos lo que hacemos, no lo que pensamos, ni lo que sentimos”
Entre sus costumbres creativas, cada año cuando adquiere una agenda nueva apunta en primera página: “Esos deseos, esa planificación obsesiva, y esas metas a veces inalcanzables, no tendrán valor si no las apoyas con acciones”

¡Saludos querid@s amig@s de historias y caminos!

El abuelo de la playa -mentor del caminante- estuvo muy atento para enseñarle a ser hombre de acción; en los dos caminos de nuestro invitado Ben, observamos que fue mediante la acción que aprendió; primero encontró una labor disfrazada; quizás humilde como obrero al inicio, debido a su formación escolástica; pero, luego los cielos le convirtieron esa disposición en una fuente abundante de recursos financieros. Digo apertura de los cielos, porque para quienes ven y hemos observado la naturaleza en todas sus expresiones, llegan y llegamos a la conclusión que sí hay ayudas invisibles de Luz Divina, que veces no ve la razón y lógica humana. Al inicio la mujer de Ben le dice que los cielos no abrirán sus puertas si no hay acción constante y coherente en un propósito creativo. Las enseñanzas hebreas dicen que debemos ser co-creadores de nuestras abundancias. Po tanto, si nuestra educación de escuela no nos entrenó para Crear, quizás estas breves líneas nos alienten asumir tal actitud. En nuestra segunda historia, claramente vemos a una heroína que espera a su príncipe, destacando que el papel de un príncipe es ser astuto y audaz para conquistar y rescatar a su princesa. Ben aún carecía de dicha actitud.

Se concluye que razón tiene aquel estadista oriental al decir que la Creatividad del ser humano aún es necesaria para que la vida continúe, y a la vez las historias y las canciones sigan teniendo corazones de acción quién las propicie para inspiración.

¿Tú y yo necesitamos que se nos grite, para entrar en acción?

El blog del Caminante es responsabilidad de Fernando Tellez Pineda;
Quién es investigador, comunicador y generador de contenido.
Si tiene algún aporte o comentario, es bienvenido. Si requiere de sus servicios, escriba al correo: [email protected]

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